EDITORIAL.
OTRA VEZ CON EL
MISMO CUENTO
<< Amados y queridos estudiantes, “pueblo
querido”, me honra, me enorgullece tenerlos hoy reunidos con un solo fin,
recibir, exaltar, adorar y alabar a nuestra querida auditora que durante estos
días cumple la labor de re-certificarnos, viendo nuestro lado bonito (nada mas
ese) nos complace su llegada>> algo así fueron las palabras de nuestro adorado
rector aquel 26 de julio (realmente no fueron estas), mejor dicho, esto fue lo
que quiso expresar pero logró de forma sorprendente camuflarlas, ¡que talento!.
He vuelto, esta
vez no me sincerare como en mi pasada entrega, esta vez vuelvo con el ánimo de
expresar un hecho que ya se ha vuelto un poco aburridor, realmente lo es.
En mi editorial
del 26 de mayo “Un colegio con calidad” expresaba claramente como un colegio (ya
sabrán a cual me refiero), obtiene una certificación de calidad teniendo
deficiencias; esto aún es un misterio, un misterio que esta vez indigno a todo
un pueblo, en verdad no a todo un pueblo sino a un pequeño sector que aun teme
y calla pero que en verdad a gritos clama <<somos una farsa, una mentira…somos
un pantallazo>> son estas las palabras que pronuncian exaltados.
Ahora si, volvamos a la realidad, el anterior no fue
ni un cuento, ni una historia, fue la verdad. Me sorprendió que no solo fui yo
la que percibió como en dos minutos cambio la institución, verdaderamente me
enorgullece saber que mis compañeros ya están percibiendo la realidad de
nuestra institución, que tratando de mostrar siempre lo mejor se camufla en
modo “colegio perfecto” para solo agradarle a la visita, o bueno para conseguir
la re-certificación, pero en verdad no se dan cuenta que dejan ver ante sus
estudiantes su lado mas desagradable el de “querer mostrar lo mejor y pintar lo
peor” como lo dijo nuestro caricaturista en esta entrega (se las recomiendo).
En verdad fue un poco cómico ver el repentino cambio que
todos tenían, profesores que nunca habíamos visto con bata, esos días si la
tuvieron, todos con la escarapela que los identificaba; como locos interrumpían
clases (cosa que supuestamente no se podía hacer) buscando a los estudiantes
para que les regalara una que otra firma; algunos olvidaron que estaban bravos
con sus alumnos y llegaron con otro semblante, hasta olvidaron que habían
tareas (cosa que nosotros aprovechamos), algunos también cambiaron la actitud
es sus clases con temor a que en algún momento llegara ya saben quién. Hasta la
cafetería tuvo cambios extraordinarios, nuevos tapabocas, nuevos gorros, un
listado de precios y como tratando de mostrar lo mejor organizaron los
productos de forma que fueran mas notorios, mejor dicho, docentes,
administrativos y empleados de la institución se parecían a nosotros, los
estudiantes a final de periodo, preocupados, angustiados y afanados, mostrando
lo mejor para salvar todo a último momento.
Esta vez sentí más fuerte el miedo de la comunidad
educativa hacia aquel “monstruo” llamado re-certificación; es más, el equipo de la nueva era, fue víctima de este
hecho, estábamos en la entrada del comedor escolar recopilando datos para la
crónica de esta semana, de un momento a otro un funcionario que no veía hace
mucho nos recordó algo que ya sabíamos, pero que nos molesto un poco “muchachos
ya no hay nada en el comedor por favor retírense que por hay esta la auditora”,
verdaderamente esas palabras nos dejaron sorprendidos, se supone que ellos
están para servirnos, aunque no fuimos justamente por comida y si así hubiera
sido la respuesta debería ser otra, por mas explicaciones que le dimos optamos
por retirarnos, en él se sentía ese “miedo” como si fuera pecado estar en el
comedor escolar, sin palabras.
Dejemos hasta aquí tanto rollo, de ante mano recordar que
lo que menos quiero es mostrar que los docentes y demás empleados son malos,
solo digo ¿Por qué no tener estos cambio en cualquier momento del año? ¿Por qué
tenemos que mejorar justamente cuando viene la visita? Si la idea es ofrecer un
servicio educativo de alta calidad ¿Por qué no hacerlo durante todo el año?
¿Por qué adornar el colegio y hacerlo mas agradable cada vez que viene la
auditoria? ¿Por qué nos camuflamos? Esto es lo que aspiro haber reflejado en
esta editorial, es más, entiendo que lo hagan por amor al colegio, amor a que
sea certificado, pero no lo comparto.
A lo mejor los estudiantes callamos porque el corazón le
gana a la razón ¿Por qué? Habrá que reflexionar. Aunque no lo crean espero que
el colegio haya obtenido la re-certificación, espero que algún día ellos se den
cuenta que no debemos ser un pantallazo, ojala ocurra, ojala algún día dejemos
el temor y pongamos sobre la mesa todo esta inconformidad que sentimos,
realmente a algunos no nos importa si el colegio tiene grandiosas fuentes o
hasta un zoológico (uno nunca sabe hasta donde puedan ser capaces), algunos sin
importar lo anterior, se sienten orgullosos de pertenecer a la institución.
Ojala este cuento no se volviera a repetir.
Danna Ruiz.