domingo, 4 de noviembre de 2012


EDITORIAL.
¿A CASO QUE SOMOS?
Ya sólo faltan 14 días para que esto acabe, muchos tratan de recordar lo vivido en el año escolar, pero es complicado, ya que en sus mentes no existe recuerdo alguno, viven perturbados por las tareas y trabajos que a diario habían dejado, ya estamos cansados y no hacemos más sino rezar para que de una buena vez finalice, pero no debería ser así, se supone que la mejor etapa de la vida es el colegio ¿Por qué será que nosotros pedimos a gritos culminarla?

Nuevamente pido excusas por la carencia de inspiración en este artículo, entenderán que a finales de periodo no hay cabeza sino para trabajos y tareas con el fin de salvar lo poco que queda. A muchos les parecerá tonto este articulo pero aunque no lo crean detalles tan pequeños como los que mencionare son sumamente importantes para los estudiantes, en el fondo sé que al leerlo sin pensarlo dirán <<estoy de acuerdo>>.

Como había mencionado anteriormente la escuela es la mejor etapa de la vida, allí compartes, aprendes, ríes, lloras y es de aquel lugar que conservan los recuerdos más puros y valiosos; sin embargo de eso ya no queda mucho, en nuestra institución no se está sintiendo ese espíritu escolar innato, pues con tanto conocimiento que es igual a exigencia no podemos disfrutar de esta etapa, ahora no es que digan que estoy promoviendo una campaña de mas recocha menos tarea, no, simplemente planteo que no todo en la vida es estudio. Pero existe algo peor que en este año evidencie, no vivimos las festividades como debe ser, un claro ejemplo fue la “celebración de Halloween” si es que así puede llamársele a lo ocurrido; la ocasión perfecta para descansar de largas horas de estudio, la fecha cayó celestialmente para que todos hubiéramos celebrado como debía ser, miércoles 31 de octubre, en vez de estar alegres nos sentíamos disgustados, los niños de primaria venían disfrazados y nosotros también, pero de estudiantes, así lo fue, el jean-day para bachillerato no fue aprobado con la tonta excusa de que estábamos muy grandes para eso, es la evasiva más rebuscada que he escuchado, además de la rumba, que no caería mal, nosotros queríamos contagiar de alegría a los más pequeños, buscábamos que se rieran o se sorprendieran de nuestros disfraces tal como lo hicimos con sus trajes algunos caros y otros de mamás creativas pero nada mal, también pretendíamos demostrar que nunca se es viejo para vivir una tradición, pues habían niños de quinto o sexto que creyéndose muy “grandecitos” y muy maduros decían que ya no estaban para eso.

¿QUÉ ESTÁ OCURRIENDO? En nuestro colegio ya no se viven las festividades como antes, no se decora ni se anuncia, me extraño ver que ni una telaraña colocaron, ni siquiera dejaron las naturales para crear el ambiente propio de la fecha, los docentes no se disfrazaron como en años anteriores  ¿Por qué no transmiten la tradición? Yo sé que estamos en la recta final pero más que enseñar se debe infundir a los más pequeños lo importante de divertirse y celebrar, aquel 31 de octubre no fue diferente aunque los jóvenes de la emisora trataron de rescatarlo sin embargo fue en vano. ¿Acaso somos un colegio o una cárcel? Yo creería que en este último celebran mejor las fechas especiales, es que no por ser clasistas pero hasta en el colegio más humilde por no decir pobre viven mejor las festividades, por lo menos se esmeran y sacan de lo más profundo su creatividad para decorar así sea con bolsas de basura, cartón o cubetas de huevos, porque al fin al cabo lo importante es que los niños disfruten su etapa, nada más se busca eso.

Es triste que nuestro colegio está dejando de ser justamente eso, un colegio, se supone somos una “familia” es momento de demostrarlo, haber si dejamos de tanto estudio para darnos cuenta que se debe aprender para la vida y no para el momento, además nosotros los más viejos necesitamos recordar que nunca se es tarde para ser niño, ojala nos diéramos cuenta de lo anterior, ojala este noviembre-diciembre lo celebremos como el año anterior como una familia Nusefista, ojala no dejemos acabar con el verdadero propósito de la etapa escolar, ojala el año entrante la Prom 2013 no sea tan dormida y rescate las buenas tradiciones que año tras año se están sepultando.

Danna Ruiz Peña.