Editorial.
LO QUE ES PÚBLICO QUE SEA DEL PÚBLICO
Se le avisa al público
Nusefista que los bienes públicos se agotarán (¿o se perderán?) ¿Qué hará el público Nusefista sin bienes
públicos para usar? Algo así suena la adaptación de un viejo refrán que me enseñaron
en mi niñez, donde el agua era un bien público de la república que se acabaría.
Por estos días, como una inmediatez del destino, se cruzaron frente a mí hechos
perfectos para emplear mi refrán. Esta vez no algo tan preciado como el agua se
agotará, en cambio muchos de los mal llamados “bienes públicos” o ayudas
didácticas con las que cuenta nuestro colegio,
están arrumados en el olvido o peor aún son de poca accesibilidad para
docentes y estudiantes. Entonces ¿las ayudas no están prestas a ayudar?
Si bien, estamos en
proceso de mejorar la educación y como herramienta global las TIC´S (tecnologías de la
información y la comunicación) han jugado un papel importante, pues la
educación debe ir de la mano con la tecnología, pero ¿qué ocurre cuando no se
emplean los recursos que se tienen a la mano desaprovechando la utilidad de los mismos, por
razones poco valederas? Es mucho peor cuando lo público deja de ser
accesible a todo público y queda en las manos de unos pocos que hacen
lo posible para sacarles provecho.
Aquí no valen especulaciones ni suposiciones, el problemas con el uso de los video beam es más que claro y evidente, son pocos los docentes que tienen un acceso fijo y completo a esta herramienta, es más, uno como estudiante ya sabe qué docentes y directivos son los que “guardan”, o mejor dicho, manejan los video beam. Hay quienes los guardan bajo llave en lugar de dejarlos en la biblioteca, para que sean “accesibles” a toda la comunidad.
Como muestra de que los recursos si son públicos, la docente Yolanda López, al ser ganadora
como maestra ilustre recibió, además del reconocimiento, cuatro millones
de pesos para la Institución , que la Fundación Compartir donó. “Al recibirlos, a través de la cuenta bancaria del
Nusefa, se compraron tres video beams y dos grabadoras. "Cuando yo los di a conocer
en reunión, dije que eran de uso exclusivo pedagógico, es decir, para el
trabajo de los docentes” son algunas de las palabras pronunciadas por la
docente.
No es ningún
secreto que en nuestro colegio el conseguir uno de estos aparatos, es una lucha
que se asume, últimamente poco esperanzadora para los estudiantes, que se ven
contra la espada y la pared al momento de realizar una exposición sin video
beam. Ya es sabido que sólo se logran en dos décadas y cinco intentos, principalmente porque es imposible encontrar al “bibliotecario”, que según se
entiende, tiene dos puestos de trabajo. Es por esto que se toman métodos “anticuados”
como hacer cartelera, las que nunca defraudan, ni traicionan; de esa manera se
evita el vaivén molesto y la lucha contra el tiempo que se pierde al
pretender conseguir un video beam para la hora deseada.
Aunque las TICS
toquen la puerta, el acceso ha sido segmentado, por ejemplo existe un wi-fi que
no es apto para todo público. Según parece es prohibido que toda la
comunidad cuente con el servicio de internet, es casi una falta, no
constituida, el ser estudiante y tener la clave de acceso, y es que ni los mismos
docentes cuentan con esta clase de ayuda.
El uso de la
tecnología no implica que se desechen o arrumen a un lado las otras ayudas, no
tan sofisticadas, con las que cuenta nuestro colegio: en cualquier clase no
caería mal la utilización de los empolvados mapas y afiches didácticos que
tanto instruyeron a las generaciones pasadas, que se encuentran arrumados en el
laboratorio de química o en la misma
biblioteca, no haría daño recordar todo lo que hay en dicho lugar, las obras
ilustres, los globos terráqueos, los abanicos,
y los juegos didácticos. De vez en cuando estaría bien ir a ver los
documentales de Diana Uribe que reposan en un rincón olvidado de la biblioteca,
hay que dar a conocer los verdaderos personajes ilustres de nuestro país, es un
atropello a la actualidad colombiana desconocer el
trabajo de esta gran historiadora.
Que los regalen,
que los usen, pero que hagan algo, es momento que los recursos públicos si sean
accesibles y en beneficio de todos, no que unos pocos sí los puedan tener
cualquier día, a cualquier hora. Entonces si las ayudas no ayudan es mejor que
no haya ayuda.