Editorial.
RECORDAR ES VIVIR
El 20 de julio de
1810 un grupo de revoltosos criollos con
ansias de justicia y libertad dieron, mediante un planeado acto, el ultimátum
para acabar con el yugo español, ese día se oyó un grito solemne que dio inicio
al proceso de independencia de la que en ese entonces se conocía como la Nueva
Granada. Este sábado 20 de julio del 2013, 203 años después se celebró una vez más
la fiesta de la independencia y la I.E.T
Nuestra Señora de Fátima no fue ajena a esta memorable celebración.
El viernes en
nuestro colegio se llevó a cabo la izada de bandera alusiva a la independencia,
pero un teatro adornado no pudo apaciguar la falta de orgullo patrio, el acto
no fue más allá de los parámetros de una izada de bandera normal, el pabellón
nacional, una lectura, una canción que poco se entendió, un vídeo y por
rescatar la intervención de la banda marcial y un poema bien entonado. Más allá
de señalar el trabajo del grado noveno, los organizadores del evento, la cual
no es la intención, muchos notamos flaquezas
en dicho evento, ¿a caso los jóvenes estudiantes han perdido su
tradición o a lo mejor carecen de orgullo patrio? La tecnología, los medios y
un desorden en este inexplicable país, puede ser la causa de la pérdida de
patriotismo en estos tiempos.
No se debe
olvidar el acontecimiento más crucial de nuestra historia, de vez en cuando hay
que recordar quienes verdaderamente dieron los primeros pasos libertarios,
recordar a nuestros próceres, se ha perdido la tradición de revivir con exaltación
aquel 20 de julio de 1810 cuando el rompimiento de un florero fue la esencia de
lo que mas adelante aconteció, recordar
como le ha tocado luchar a un pueblo en busca de la soberanía de su
tierra.
Todo pasado fue
mejor, en años anteriores el fervor patrio se hacía más notable, las
representaciones teatrales que anteriormente se hacían en nuestro colegio daban
un brochazo de la historia, que las nuevas generaciones tratan de aprender y de
conservar, aquellas épocas nusefistas donde se entonaban canciones colombianas
acompañadas de una pequeña cátedra de algún estudiante que aludía la biografía
de los personajes más emblemáticos de la independencia. Es notable la pérdida
de la tradición y la identidad cultural, porque conmemorar un 20 de julio no es sólo
alzar una bandera, es símbolo de orgullo, de no olvidar, de tratar de infundir
a las generaciones que crecen en la amnesia de esta contemporánea y
desenfrenada época, enseñar que este
país ha sufrido por intentar ser libre, hay que saber que el inicio de nuestra
independencia no fue obra de un caraqueño sino de un grupo de criollos
granadinos que anhelaban una patria soberana.
Ojalá la historia
sea recordada por las nuevas generaciones, es en el colegio donde se debe
inculcar la apropiación de lo nuestro, ojalá en otras ocasiones se le atribuya
a los actos conmemorativos el orgullo y esfuerzo suficiente que traerá como
resultado un país con memoria. Por otro lado llena de orgullo por la excelente
representación de nuestro colegio en el desfile municipal del 20 de julio,
primero porque de una vez por todas nos integramos y nos reconocieron como
parte fundamental de la comunidad policial, es de resaltar la magnífica
participación de la banda marcial Nusefista que desempeño un papel importante
de la mano de su director Jhon Madrigal que asumió la batuta de estos jóvenes,
que hoy son orgullo de nuestro colegio, que gran labor, además la participación
de los grados Décimo y Undécimo hicieron que la representación de nuestra
institución en dicho evento fuera del agrado del público. Que orgullo siento de ser colombiano y que orgullo se
siente ser Nusefista.
Danna Ruiz Peña