domingo, 21 de julio de 2013

Editorial.
RECORDAR ES VIVIR
El 20 de julio de 1810 un grupo de revoltosos criollos  con ansias de justicia y libertad dieron, mediante un planeado acto, el ultimátum para acabar con el yugo español, ese día se oyó un grito solemne que dio inicio al proceso de independencia de la que en ese entonces se conocía como la Nueva Granada. Este sábado 20 de julio del 2013, 203 años después se celebró una vez más la fiesta de la independencia  y la I.E.T Nuestra Señora de Fátima no fue ajena a esta memorable celebración. 

El viernes en nuestro colegio se llevó a cabo la izada de bandera alusiva a la independencia, pero un teatro adornado no pudo apaciguar la falta de orgullo patrio, el acto no fue más allá de los parámetros de una izada de bandera normal, el pabellón nacional, una lectura, una canción que poco se entendió, un vídeo y por rescatar la intervención de la banda marcial y un poema bien entonado. Más allá de señalar el trabajo del grado noveno, los organizadores del evento, la cual no es la intención, muchos notamos flaquezas  en dicho evento, ¿a caso los jóvenes estudiantes han perdido su tradición o a lo mejor carecen de orgullo patrio? La tecnología, los medios y un desorden en este inexplicable país, puede ser la causa de la pérdida de patriotismo en estos tiempos.

No se debe olvidar el acontecimiento más crucial de nuestra historia, de vez en cuando hay que recordar quienes verdaderamente dieron los primeros pasos libertarios, recordar a nuestros próceres, se ha perdido la tradición de revivir con exaltación aquel 20 de julio de 1810 cuando el rompimiento de un florero fue la esencia de lo que mas adelante aconteció, recordar  como le ha tocado luchar a un pueblo en busca de la soberanía de su tierra.

Todo pasado fue mejor, en años anteriores el fervor patrio se hacía más notable, las representaciones teatrales que anteriormente se hacían en nuestro colegio daban un brochazo de la historia, que las nuevas generaciones tratan de aprender y de conservar, aquellas épocas nusefistas donde se entonaban canciones colombianas acompañadas de una pequeña cátedra de algún estudiante que aludía la biografía de los personajes más emblemáticos de la independencia. Es notable la pérdida de la  tradición y la identidad cultural,  porque conmemorar un 20 de julio no es sólo alzar una bandera, es símbolo de orgullo, de no olvidar, de tratar de infundir a las generaciones que crecen en la amnesia de esta contemporánea y desenfrenada época, enseñar  que este país ha sufrido por intentar ser libre, hay que saber que el inicio de nuestra independencia no fue obra de un caraqueño sino de un grupo de criollos granadinos que anhelaban una patria soberana.

Ojalá la historia sea recordada por las nuevas generaciones, es en el colegio donde se debe inculcar la apropiación de lo nuestro, ojalá en otras ocasiones se le atribuya a los actos conmemorativos el orgullo y esfuerzo suficiente que traerá como resultado un país con memoria. Por otro lado llena de orgullo por la excelente representación de nuestro colegio en el desfile municipal del 20 de julio, primero porque de una vez por todas nos integramos y nos reconocieron como parte fundamental de la comunidad policial, es de resaltar la magnífica participación de la banda marcial Nusefista que desempeño un papel importante de la mano de su director Jhon Madrigal que asumió la batuta de estos jóvenes, que hoy son orgullo de nuestro colegio, que gran labor, además la participación de los grados Décimo y Undécimo hicieron que la representación de nuestra institución en dicho evento fuera del agrado del público. Que orgullo  siento de ser colombiano y que orgullo se siente ser Nusefista.  


Danna Ruiz Peña