Editorial
PLATAFORMA SIN FORMA
Se supone que la
tecnología (más bien ciertas cosas de ella) debería hacernos la vida más fácil,
es más, ya le confiamos todos nuestros quehaceres a una máquina y vivimos prácticamente
esclavizados a ella. También se supone que cuando algo no nos trae los
beneficios esperados, debe hacerse a un lado y se supone que un error no se debe
cometer ni dos ni tres veces. Vivimos en un mundo de suposiciones, pero estas
dejarán de ser indicios cuando por obra divina o humana se hagan realidad.
El tema ya se torna
inapetente, pero es inevitable no hablar de él, la plataforma o web escolar que
se implementa con “éxito” en los colegios de la policía nacional es uno de los “avances” de la Dirección de
Bienestar Social, sin embargo, no se si sólo en Ibagué la realidad es otra,
docentes nusefistas afanados, corriendo de oficina en oficina cada 15 minutos,
buscando encontrar desocupado uno de los
cinco computadores habilitados para poder pasar notas, la preocupación aumenta
con un servicio de internet, no muy bueno ni muy malo, porque en nuestro
colegio todo sirve a medias.
El inconformismo de
los docentes es evidente, más, cuando prácticamente se les prohíbe pasar notas
desde la comodidad de su hogar, la situación no era de otro mundo, pero según algunos
docentes, la prohibición fue la gota que rebosó la copa, ni siquiera pueden
asistir a clase de forma completa porque tratan de conseguir un computador
habilitado, mientras disputan una carrera contra el tiempo y sus otros 26
compañeros.
“Algunas cosas (la
plataforma) parecieran funcionar a la
perfección, hay un coronel Quintero que exalta la plataforma escolar como un
logro conseguido con éxito, pero sólo ha traído inconvenientes y como siempre
los errores los quieren ocultar” algo como lo anterior no lo dije yo, no lo
dijo este periódico virtual, lo dijo uno de los “indignados” que se ven en el
limbo cada fin de periodo. La verdad este tema ya es cansón pero no se puede
omitir el típico discurso, de que siendo un colegio con certificación ICONTEC
tengamos inconvenientes como estos, los cuales no deberían existir porque a
pesar de que la plataforma es de acceso público, no suele estar congestionada,
porque los estudiantes no ingresan a menudo,
además no son muchas las funciones que brinda como para justificar sus
errores.
Por nuestra parte,
nosotros los estudiantes no podemos acceder a la web escolar por un “error del
sistema”, aunque muy pero muy en el
fondo preferimos no mortificarnos anticipadamente, viendo las notas que por
cierto no son muy alentadoras, de promedios bajos luego hablaremos, porque aún
se guarda la esperanza de que un docente caritativo o un error de la plataforma
(pero de los buenos) logre subir uno que otro puntico milagroso a una
asignatura.
Muchos pensamos que
todo pasado fue mejor, que la situación sería otra si la plataforma estuviera
borrada del mapa virtual, si aún los docentes, con libreta en mano, nada más
pasaran los cálculos y el boletín saliera impreso, más trabajo pero más
efectivo, nos hubiéramos evitado tantos reclamos, tanto inconformismo, tantos
dolores de cabeza, tantos estudiantes angustiados y sobre todo tantos padres de
familia gritando el mismo error y que de respuesta reciben lo que están
acostumbrados a escuchar “es error de la plataforma”. Así es, la implementación
de esta herramienta fue un avance pasajero y un mal duradero.
No hay nada que hacer,
en cuanto las suposiciones dejen de serlo, ojalá algún día en un futuro no muy
lejano deje de dar tantos dolores de cabeza y ojalá la plataforma algún día
tome forma.
Danna Ruiz Peña