Editorial.
ENTRE DESILUSIÓN Y PREOCUPACIÓN
Un sol veranero ilumina
radiantemente los pasillos de la institución, anunciando el fin de semestre y
el inicio de vacaciones de mitad de año, se supone la alegría debería ser
evidente, pero entre caras largas, rostros desesperados, docentes estresados y
estudiantes afanados, la realidad es muy distinta.
Por estos días el NUSEFA revive
esa época en la que todos se descontrolan y salen de sus casillas, esa que hace
sufrir a más de uno; por un lado, docentes estresados por sacar promedios,
ajustar una que otra nota y entregar planes de mejoramiento, adicional o como
obsequio, una plataforma congestionada que mide cada minuto para habilitarse.
Por otro lado las caras largas de los estudiantes que ven su año perdido, muchos de ellos se
multiplican para cumplir con los trabajos que harán milagros y de paso le
ruegan a un Dios en el que nunca creyeron, porque saben que la delgada línea
entre pasar y quedarse es decisiva, más estando en grado Once donde las pruebas
de estado y la graduación van pisando los talones.
Para muchos es normal la anterior
situación, hasta tienen métodos infalibles para cumplir con todo y lograr lo
imposible, sin embargo, en este año (que hartas sorpresas ha traído) se suma un
inconformismo más, salir el 21 de junio a receso de mitad de año, un día antes
de iniciar el Festival Folclórico Colombiano en nuestro departamento; y es que
con un folclorito institucional ausente lo que pedíamos era salir un poco más
temprano, y ya sabemos que entramos una semana más tarde y que por decisión de
la Dirección de Bienestar Social, la cual nos subordina es imposible, ya que
todos los colegios de la policía deben salir a igual fecha (el discurso de siempre).
Lo único cierto es que un
despelote se vive en nuestro colegio, porque con este fin de primer semestre
serán varias las materias que se suspenderán para dar paso a otras, además se
recuperan primer y segundo periodo es tan sólo tres días, algo complicado
cuando se van perdiendo entre tres o cinco materias, agreguemos algo más que
por esta semana inquietó a muchos, los docentes de la secretaría, alrededor de
15, salen esta semana, ¿y nosotros qué? No se sabe que haremos durante esa
semana, mucho menos se sabe que haremos los buenos estudiantes durante este periodo
de tiempo en que los “otros” recuperan.
Amanecerá y veremos que ocurre,
mientras tanto seguimos repudiando el hecho de perder nuestra tradición
omitiendo el folclorito (¿o olvidándolo?), pero bueno, con rabo de gallo,
poncho y sombrero nos verán, porque prácticamente después de clases nos tocará
ir derecho a los desfiles de las fiestas del folclor.
Ojalá muchos estudiantes
rezándole al cosmos logren pasar las asignaturas y materias perdidas, ojalá en
la semana como muestra de arrepentimiento nos reciban con lechona y tamal,
ojalá todo este caos y alboroto acabe de una vez por todas y logremos disfrutar
esas dos semanas para descansar o practicar un poco para las pruebas de estado,
que si bien es cierto, se están acercando. Que comience una semana dolorosa y
mucha suerte, porque si que la necesitan.
Danna Ruiz Peña