domingo, 14 de julio de 2013

Editorial
MÁS VALE TARDE QUE NUNCA
Hemos vuelto con la angustia más avivada que nunca, los otros, ajenos a nuestra condición, no se preocupan por perder una materia o perder el tiempo esperando a que este segundo semestre se pase volando, en cambio para los  jóvenes de grado once de la I.E.T Nuestra Señora de Fátima, el fin de su etapa escolar (o por lo menos un 70% de ella) es ese traumático y decisivo 25 de agosto, un día que se puede tornar claro u oscuro, según el caso, ese domingo es el esperado día del año, que prácticamente divide nuestra vida en dos. Por lo menos eso es lo que muchos consideran.

Aunque suene escalofriante, de ninguna otra manera se puede dibujar el día en que los jóvenes de este país, se ven a un paso de cruzar la delgada línea entre la educación media y la educación superior, y aunque afirmen estar confiados o con la suerte de su lado, la prueba de estado es la cumbre de la meta, por la cual un estudiante lucha en su etapa escolar, porque a ciencia cierta ese día es cuando las puertas se abren a un futuro que para muchos  se cierran.

La promoción 2013 en vez de llegar con un aire de tranquilidad, después de un corto pero valioso receso escolar, se veían mas impacientes que nunca, a pesar de que las paredes blancas de la institución trataran de amenizar la preocupación e infundir la paz, es realmente imposible cuando al salir los primeros rayos de la mañana nos emboscan en el patio central y nos lanzan la verdad que nos negábamos aceptar: se vino la prueba de estado, ya no faltan ni dos, ni tres meses, un “mes larguito” (como si ese “larguito” fuera a cesar la ansiedad) para que el día definitivo llegue. Muchos, asustados por los pasillos, hablando del tema asegurábamos que al mal paso hay que darle prisa, en el fondo somos conscientes que uno que otro tema se nos escapa y un paso en falso en el ICFES… ya saben las consecuencias.

Continúo con el relato escalofriante, aquel martes regreso de vacaciones como cualquier primer día de clase se habló de una manera repetitiva y tormentosa para nosotros, pero aunque ya era costumbre hablar del tema, esta vez fue tan potente el discurso psicológico que se transmitía al hablar de la prueba saber 11°, que terminó desestabilizando a más de uno, confundiendo emociones y dejando en el aire los proyectos a futuro de los estudiantes. Pero más allá de la lucha interna que se vivía entre cada compañero, como si inhalaran nuestra angustia, uno que otro docente pronunciaba un “mes larguito” antes de anunciar que ahora sí aplicarían pruebas ICFES a sus estudiantes, pero no las que ellos con empeño realizan, sino de la complejidad, mecanismo y estrategia que realmente maneja la prueba, y no todo el mundo es apto y hábil para realizar pruebas tipo icfes, por fin se realizarán pruebas 100% tipo Icfes, en materias tan vitales como Química y Matemáticas propias del núcleo común.

 Muchos en el fondo agradecíamos la ayuda, que si bien necesitábamos, pero en el fondo algunos se preguntaban ¿Por qué ahora? ¿Por qué esperar entrar a ese “mes larguito” próximo a la prueba de estado? ¿Por qué no haberla tenido clara desde un principio? ¿Por qué ahora cuando se maneja mas tensión? Es ahí cuando como estudiante uno se cuestiona del sentido de la enseñanza de los docentes, o mejor expresado, hacia dónde van, cuál es el propósito que fijan y qué tienen claro, por ejemplo los docentes de Física, Filosofía y Lengua Castellana  en estos últimos dos años, mas allá de enseñar los temas que programaban, desde un principio plantearon su preocupación por las pruebas de estado, por lo tanto aplicaron de forma continua pruebas tipo icfes a lo largo del año, que si bien han funcionado y ayudado significativamente a los estudiantes, porque estos docentes además de querer que su materia tenga un buen promedio, razón que compartimos, es clara la dirección de su enseñanza , la misma en la que encaminan a sus estudiantes.

Dejo hasta ahí, para no herir susceptibilidades, lo cual no pretendo hacer; y como en este país  nos quedamos sólo con lo que nos dan, habrá que resignarnos y aprovechar; gracias a los docentes que siempre le han metido la ”ficha” a nuestro futuro, de igual manera gracias a los que hasta ahora comprendieron lo anterior, si bien es cierto nace en ustedes el querer ayudarnos, aunque el consejo estudiantil meses atrás había propuesto la idea de manejar refuerzos y aplicar pruebas en las demás materias que componen el núcleo común, pero como en nuestro colegio es difícil (por no decir imposible) ganar una batalla, esto es lo que hay y lo que efectivamente tomaremos, más vale tarde que nunca, porque aunque no lo crean, nosotros más que nadie queremos que la Prom 2013 suba el promedio del colegio, pero no unos punticos sino a muy superior, para callarle la boca a más de uno, esta sí es una batalla en comunidad que muchos esperamos ganar.

Agradecemos igualmente la estigmatización (pero de la buena) de nuestros docentes, que una semana nos dejaron bloqueados, somos conscientes de que quieren y esperan mucho de nosotros, de corazón agradecemos el apoyo psicológico que quieren brindarnos, aunque bajarle un poco a la presión ayudaría, en fin, ojalá en unas semanas se divise un nuevo panorama y un aire menos tenso, aunque lo dudo porque la pronta llegada  de ICONTEC ya está volviendo esquizofrénico a más de uno, pero ese es otro escalofriante relato que luego contaremos.


Danna Ruiz Peña