domingo, 2 de septiembre de 2012


EDITORIAL.
MALESTAR GENERAL
“Profe escúchenos, este no es un acto de rebeldía, nosotros tenemos un propósito” “profe nadie lideró esto, somos consientes que hay un problema” “profe nosotros no fuimos, no apoyamos el vandalismo”… frases como estas pronunciaban indignados el grado décimo B, mas adelante contaré porque.

He vuelto, a muchos les  aburrirá este artículo, a lo mejor tomaran partido o se sentirán identificados con esta situación; suelo dar mi opinión frente a otros temas, muchas veces realizo una misión general de los mismos, pero otras veces me veo involucrada, esta vez sucede lo anterior; me perdonarán no contarles bien el “chisme”, ese no es el propósito de esta entrega, sin más preámbulo, aquí voy.

El pasado jueves en horas de la tarde el grado décimo B, tomó la iniciativa de alzar su voz de protesta frente a un tema que muchas veces he mencionado, la pérdida de clases de física. Aprovechamos las dos últimas clases de la jornada para realizar de forma pacífica dicho acto, el problema fue que en estas horas se vería inglés, ¡si inglés!, ya que la profesora de informática no se encontraba. El caso es que  ella se sintió realmente ofendida (al parecer nuestra actitud no fue la mejor) y aunque le explicáramos a ella y al coordinador de convivencia nuestro motivo, se negaban a escucharnos.

Sentimos tanta indignación, nos ignoraba como si no tuviéramos el derecho de hacerlo, por mi parte quede en silencio, contenía la rabia y el dolor que sentía, pensaba en la actitud del coordinador ¿tan poco le importábamos?, aunque no lo crean pensé en mis editoriales, todo lo que digo es tan cierto, <<somos un pueblo ignorado>>, esto solo era el principio.

De nuevo llego el coordinador, en su mano “el libro sagrado” el manual de convivencia, esperamos unos segundos y no aguantamos más. El “vomito verbal” fue lanzado, comenzamos a decir nuestras razones, hasta nuestros vainazos de una forma muy sutil, que no eran tan zafados por cierto. El problema no es de hace dos o tres semanas, ya lleva tres periodos, la perdida de clases de física ya ha sido tan sonado que da pereza repetirlo, sin embargo se lo volvimos a repetir, pero una frase dicha por la “autoridad” desato un pleito mayor: “para que su queja sea atendida pasen una carta por escrito y adjunten un análisis de las clases perdidas”, nosotros quedamos perplejos ante esta situación.

¿Acaso no vale nuestra palabra? ¿Qué se creen la superintendencia de educación (no sé si exista)? ¿Pasar una carta para ser escuchados? Continuamos con  nuestra argumentación, en el primer periodo para colmo de males, ya habíamos planteado dicha queja ante nuestro querido coordinador de convivencia, es más, le solicitamos asistir al salón para que fuéramos nosotros quienes contáramos la situación, la respuesta…estoy ocupado.

Mejor dicho nuestra manifestación pacífica (ni siquiera armamos escándalo) a la cual tenemos derecho, no fue una bobada ni una excusa tonta para no ver clases, argumentos hay y validos valga resaltar. En estos momentos pedíamos a gritos la presencia del personero, se supone el vela por los derechos de los estudiantes, pero realmente sabíamos que daría lo mismo, ¡VAYA REPRESENTANTE EL QUE TENEMOS! Uno apático ante los demás; de cierto modo nos sentíamos valientes, pues sabemos que muchos grados presentan dificultades como esta o aún peores, nosotros tomamos fuerzas para hacerlo y es que cuando se lleva más de medio año con el mismo problema, la única manera de que nos pongan cuidado es esta, o como yo digo << es el claro ejemplo que en este país para que nos escuchen hay que hacerlo a las malas>> aunque lo que hicimos no fue lo más malvado, recuerden y juzguen ustedes.

Por lo visto se supone este sería el cierre del conflicto, pero no fue así, el miércoles nos llevamos una sorpresa mayor, a la profesora de inglés le habían rayado el carro, presuntamente nosotros, ellos, los maestros, lo aseguraban y con un estupendo cinismo nos decían ¿Por qué le hicieron eso a la profesora?

Una vez más quedamos atónitos. Si de algo estábamos seguros era que no lo habíamos hecho nosotros, de nuevo no valió explicación alguna, de victimas a victimarios; increíble ellos mismos nos juzgaban sin conocer lo ocurrido, así quedamos ante todos, como unos vándalos, realmente causa tristeza saber que nuestros propios docentes en lugar de escucharnos, nos sentencian de inmediato. ¿Ahora si nos entienden?

Nosotros no somos unos revoltosos, ni mucho menos unos malhechores, tan solo somos un grupo preocupado y consciente de que hay un problema que si bien es cierto nos perjudica hoy y mañana; indignante saber que no sancionan a los jóvenes que hacen bullying, o que roban, pero no dudan al señalar un grupo que exige dos o más derechos, creo, uno de ellos muchas veces violentado, el ser escuchados. Algo es verdad, son ellos contra nosotros y donde manda capitán no manda marinero, no pretendemos que nos tilden de rebeldes por lo menos tómense unos minutos para reflexionar. Júzguenme, se que lo harán, por refugiarme tras las letras, por lo visto es la única manera que podemos expresarnos libremente, esta vez no hay “ojalas” o frases de esperanza, no van al caso. Tratamos de no perder lo anterior aunque a pesar de ser victimas pasamos a ser… victimarios.

Danna Ruiz.