domingo, 4 de agosto de 2013

Editorial.
NO ES CUESTIÓN DE DEMERITAR

Una noticia, una sorpresa, un  problema y una decisión poco alentadora avivó el inconformismo en los grados superiores del Nusefa.  Rostros inconformes reclamando justicia y exigiendo una respuesta que calmara el descontento popular, pero la decisión se había tomado y ningún poder humano lograría cambiarlo.

Esta semana, luego que se anunciaran  los estudiantes seleccionados para representar nuestro colegio en el 3° encuentro deportivo de integración de los colegios de la Policía Nacional, que se realiza cada dos años en el mes de septiembre y reúne a las delegaciones de los 22 colegios de la Policía Nacional de todos los rincones del país, causó inconformismo la noticia en los estudiantes de décimo y once, pues según ellos la selección no fue la acertada.  En la lista final no aparecían los estudiantes con alto rendimiento deportivo o con la destreza que requieren ciertos deportes, además lo que ocasionó mayor rechazo fue que los estudiantes que están en la final de microfútbol del colegio no asistirán y justamente son estudiantes de décimo y undécimo.

Tal fue el repudio, que ante la situación un grupo femenino que había sido seleccionado para asistir al encuentro deportivo, mostró un valioso acto de lealtad al rechazar la propuesta de ir a Bogotá porque a sus compañeros varones, quienes merecían ir, les negaron la oportunidad, justamente por ser “malos estudiantes”.  

Según el Rector, con la elección se busca “premiar a los buenos estudiantes” pues el paquete no sólo incluye ida a Bogotá, también hotel, comida y todo pago, por tanto la estrategia es no brindarle lo anterior a un estudiante que no se lo merece. A los buenos en la cancha no los llevarán porque según el Rector, la buena disciplina debe primar en dicho evento. Para muchos se dejaron excluidos a quienes verdaderamente se merecían esta oportunidad, porque son malos estudiantes  en su defecto un tanto indisciplinados.

Si bien, el concepto de mal estudiante, que como cualidad tiende a ser indisciplinado, ha sido estigmatizado en repetidas ocasiones, se suele subestimar sus capacidades y se les niega muchas oportunidades, pero lo que no se tiene presente es que muchos de “esos estudiantes" tiene capacidades y virtudes más allá de sentarse a escribir y memorizar un sin numero de cosas.  Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples, plantea que la mayoría de los individuos poseen la totalidad de las inteligencias, pero cada una se desarrolla de un modo y a un nivel particular, así pues ciertas inteligencias se desarrollan más en unos que en otros,    por lo que algunas personas desarrollan su inteligencia corporal cenestésica, que involucra la ejecución de destreza motoras y tareas físicas, presenta gran conexión del cuerpo y la mente. Son muchos los casos en que los “buenos” estudiantes" no poseen la habilidad de desarrollar algún deporte.


El escritor francés Daniel Pennac fue durante años un maestro y contó sus experiencias en un libro (Mal de escuela, Mondadori). Él cree que los que enseñan deberían, antes que nada, mantener la mente abierta y abandonar los prejuicios. Porque incluso la persona que aparentemente es un mal estudiante puede esconder grandes virtudes y capacidades (Malos estudiantes, grandes genios http://www.lavanguardia.com))

El caso es que se demeritan las capacidades y se niegan las oportunidades a un sector subestimado y excluido, no sólo se le debe dar mérito a quienes adquieren conocimiento académicos,  también de vez en cuando hay que reconocer y aceptar quién es bueno en algo, así se logra combatir la injusticia y la imparcialidad que se vio en la elección de la delegación masculina de nuestro colegio, aquella que nos representará en el evento. Porque la idea no era premiar a los estudiantes sino darle la oportunidad a quienes poseen la capacidad y la habilidad deportiva que se requiere.


No valió ninguna explicación, ni señal de inconformismo, evidentemente la lista no se cambiará porque quienes vayan tiene que cumplir con el estereotipo de “estudiante ideal”. Cuando las competencias deportivas no son símbolo de un premio  si no el espacio para que el grupo de estudiantes con cualidades deportivas tengan una oportunidad, cada quien es bueno en algo, y eso no se debería demeritar.