Editorial.
NO ES CUESTIÓN DE DEMERITAR
Una noticia, una sorpresa,
un problema y una decisión poco
alentadora avivó el inconformismo en los grados superiores del Nusefa. Rostros
inconformes reclamando justicia y exigiendo una respuesta que calmara el descontento
popular, pero la decisión se había tomado y ningún poder humano lograría
cambiarlo.
Esta semana, luego que se anunciaran los estudiantes seleccionados para representar nuestro colegio en el
3° encuentro deportivo de integración de los colegios de la Policía Nacional,
que se realiza cada dos años en el mes de septiembre y reúne a las delegaciones
de los 22 colegios de la Policía Nacional de todos los rincones del país,
causó inconformismo la noticia en los estudiantes de décimo y once, pues según ellos la
selección no fue la acertada. En la lista final no aparecían los estudiantes
con alto rendimiento deportivo o con la destreza que requieren ciertos
deportes, además lo que ocasionó mayor rechazo fue que los estudiantes que
están en la final de microfútbol del colegio no asistirán y justamente son
estudiantes de décimo y undécimo.
Tal fue el repudio, que
ante la situación un grupo femenino que había sido seleccionado para asistir al encuentro deportivo, mostró un valioso
acto de lealtad al rechazar la propuesta de ir a Bogotá porque a sus compañeros
varones, quienes merecían ir, les negaron la oportunidad, justamente por ser
“malos estudiantes”.
Según el Rector, con la
elección se busca “premiar a los buenos estudiantes” pues el paquete no sólo
incluye ida a Bogotá, también hotel, comida y todo pago, por tanto la estrategia es no brindarle lo
anterior a un estudiante que no se lo merece. A los buenos en
la cancha no los llevarán porque según el Rector, la buena disciplina debe primar en
dicho evento. Para muchos se dejaron excluidos a quienes verdaderamente se
merecían esta oportunidad, porque son malos estudiantes en su defecto un tanto indisciplinados.
Si bien, el concepto de mal
estudiante, que como cualidad tiende a ser indisciplinado, ha sido
estigmatizado en repetidas ocasiones, se suele subestimar sus capacidades y se
les niega muchas oportunidades, pero lo que no se tiene presente es que muchos
de “esos estudiantes" tiene capacidades y virtudes más allá de sentarse a
escribir y memorizar un sin numero de cosas. Howard Gardner en su teoría de las
inteligencias múltiples, plantea que la mayoría de los individuos poseen la
totalidad de las inteligencias, pero cada una se desarrolla de un modo y a un
nivel particular, así pues ciertas inteligencias se desarrollan más en unos que
en otros, por lo que algunas personas
desarrollan su inteligencia corporal cenestésica, que
involucra la ejecución de destreza motoras y tareas físicas, presenta gran
conexión del cuerpo y la mente. Son muchos los casos en que los “buenos”
estudiantes" no poseen la habilidad de desarrollar algún deporte.
El escritor
francés Daniel Pennac fue durante años un maestro y contó sus experiencias en
un libro (Mal de escuela, Mondadori). Él cree que los que enseñan deberían,
antes que nada, mantener la mente abierta y abandonar los prejuicios. Porque incluso
la persona que aparentemente es un mal estudiante puede esconder grandes
virtudes y capacidades (Malos estudiantes, grandes genios http://www.lavanguardia.com))
El caso es que se
demeritan las capacidades y se niegan las oportunidades a un sector
subestimado y excluido, no sólo se le debe dar mérito a quienes adquieren
conocimiento académicos, también de vez
en cuando hay que reconocer y aceptar quién es bueno en algo, así se logra
combatir la injusticia y la imparcialidad que se vio en la elección de la
delegación masculina de nuestro colegio, aquella que nos representará en el
evento. Porque la idea no era premiar a los estudiantes sino darle la
oportunidad a quienes poseen la capacidad y la habilidad deportiva que se
requiere.
No valió ninguna
explicación, ni señal de inconformismo, evidentemente la lista no se cambiará
porque quienes vayan tiene que cumplir con el estereotipo de “estudiante
ideal”. Cuando las competencias deportivas no son símbolo de un premio si no el
espacio para que el grupo de estudiantes con cualidades deportivas tengan una
oportunidad, cada quien es bueno en algo, y eso no se debería demeritar.