Editorial.
UNA EXCUSA PARA ESCRIBIR
“Considero que el
escritor debe empezar a escribir cuando, primeramente, tiene algo que
decir, y en segundo lugar, cuando sabe como decirlo” Alejo Carpentier.
Los elementos están puestos sobre la mesa, puede que se de la
combinación perfecta que dé como resultado el producto exacto, cargado
de sentimiento, emoción, una lagrima de alegría, un recuerdo y una gota
del sentir poético que cada quien lleva muy adentro.
Así es, la
oportunidad perfecta llegó de la manera más irónica, en una carta, en la
cual la Institución Educativa Técnica Empresarial Alberto Castilla
hacía una cordial invitación a los jóvenes de grado Décimo y Once,
docentes, directivos y administrativos de la comunidad educativa, se
busca dejar escapar los más profundos sentimientos, plasmados de la
mejor manera, en las letras. “A veces llegan cartas” es al segunda
versión del concurso intercolegiado de cartas de amor, donde el
participante debe enviar una carta inédita, expresando a su manera el
tema del amor, dirigida a quien desee manifestar y sobre todo firmada
con un seudónimo.
El escritor cubano Alejo Carpentier, expresó
de la mejor manera la situación de los escritores aficionados del
Nusefa, me sorprendió el saber la cantidad de jóvenes interesados por
participar, a leguas se les notaba el afán por decir algo, por expresar
ese sentimiento represado, sabían como decirlo: mediante una carta, el
mejor medio para desahogarse de la más oculta y cobarde forma, pero la
única capaz de comunicar los pensamientos y sentimientos más recónditos.
Durante una semana, como si realizara un experimento, me propuse
analizar detalladamente el panorama, no fue otro que el de algunos
jóvenes sentados en un rincón con un lápiz en la mano, escribiendo,
tachando y pensando en las palabras propias que reflejaran su más
profundo sentir, dejaron atrás todo, se entraron en un mundo donde el
contacto hoja-lápiz es tan poderoso que en momentos hacía sacar una
lagrima o una sonrisa, aquellos seres ermitaños que prefirieron la
escritura que las horas libres que tenían, estaban en un éxtasis literario.
El concurso “a veces llegan cartas” fue una excusa
para escribir o respirar, que en este caso es similar, fue el medio para
desahogarse, confesar un sentimiento incógnito, del cual (en la mayoría
de las veces) no se tiene conocimiento, algunos hicieron contacto con
ese poeta que llevan dentro, ese que plasmó en una hoja las líneas mas
sensibles y amorosas para su amado o amada, porque en este caso no
sólo los hombres confesaron un amor, las mujeres dejaron escapar ese
sentimiento que sólo este género puede disimular a la perfección.
Son
muchas las almas enamoradas que esperaban la ocasión perfecta para
dejar volar su espíritu, para dejar escapar esa sensación represada que
algunos acompañaron de toques literarios, confesaron el trajín de su
vida combinándola con una historia novelesca, cargada de suspenso,
inquietud y otro en manojo de sentimientos, y es que hay de todo:
historias de un amor imposible, irreal, nunca contado, poco
experimentado, lleno de pasión o aquel que se vale del recuerdo y no
podría faltar el que expresa su sentimiento citando los mas finos versos
de grandes poetas que aluden al amor.
Este concurso, sin duda,
es una gran oportunidad, para aquellos jóvenes amantes de la escritura,
que se entregan palabra por palabra, es gratificante saber el interés
que han mostrado los jóvenes nusefistas, resta agradecer la invitación
del colegio Alberto Castilla, esperamos que dentro de los tres
finalistas esté una carta Nusefista, a lo mejor sea este estudiante un
futuro Borges, Benedetti, José Martí o una Gabriela Mistral o una
Alfonsina Storni, o cualquier otro escritor empedernido que desde hoy
demuestre tener vena literaria.
Danna Ruiz Peña.