domingo, 30 de septiembre de 2012


EDITORIAL.
JÓVENES CON IDEAS EMPRENDEDORAS
Una ola de angustia daba inicio a la mañana, los gritos se habían sentir con más fuerza cada instante, solo ese día se reviviría una tradición que había quedado en el olvido, era el gran día, el que habían esperado y planeado cuidadosamente, un solo error echaría abajo meses de esfuerzo y sacrificio, el miedo invadía cada cuerpo indefenso, como no sentirlo si cada paso multitudinal era el inicio o el fin de cada proyecto, en pocos instantes estarían en la gloria o en el infierno.

Tranquilos, lo anterior no es un hecho apocalíptico (exagero), tampoco fue un relato de suspenso ni de acción, sin embargo así se vivió. La esperada XXIV semana cultural había llegado, el lunes 24 de septiembre daba apertura a cinco días llenos de eventos y acontecimientos; el día del emprendimiento pronosticaría el éxito de la semana, podría ser agradable o desastrosa.     

A las 7:15 am ya se habían montado las muestras, cada grupo se veía esperanzado, como cual microempresario principiante e inexperto. El panorama era alentador, la mayoría se empeñaron en decorar su stand de forma llamativa, sabían que era la clave del éxito. El grado once ya tenía un poco de experiencia, hacia ya dos años que habían planteado sus proyectos, eran casi perfectos, en cambio el grado décimo daba hasta ahora sus pequeños pasos. Lo importante para muchos no era ganar, querían darse a conocer, buscaban sentir a sus pies el mundo del comercio y la economía, por más didáctica que fuera; cada grupo saco a relucir su ingenio u creatividad, desde postres tradicionales hasta extraños postres japoneses, empresas de bisutería hasta diseños de estampados, un completo comercio vivía el Nusefa, se veían aplicados los conocimientos de contabilidad, proyecto empresarial y economía hasta el último momento, por fin se mostraba la parte comercial que nunca iba más allá de los libros o del programa café, fue en aquel día que después de muchos años se sintió con fuerza el “técnico comercial” que el nombre de nuestro colegio entona con orgullo.

El evento fue todo un éxito, cada empresa tuvo ganancias unas más considerables que otras, los asistentes satisfechos mostraban los artículos comprados, algunos ya en el estomago y otros los lucían, por ejemplo, mientras grabábamos parte del evento, una pequeña alegre nos mostraba los aretes que había comprado. Fue sorprendente, las sonrisas no se borraban del rostro de los estudiantes, habíamos cumplido nuestro objetivo, la satisfacción de los clientes.
Horas después del alboroto, los “microempresarios nusefistas” asistieron a un conversatorio sobre emprendimiento, dirigido por el doctor Oscar Rolando Castro, delegado del Sena, el ex director de la caja de compensación COMFENALCO ansisar Carrillo y la  egresada y microempresaria Jenny Forero, nos direccionaron hacia un mundo de oportunidades donde la pasión, actitud, perseverancia, visión y disciplina pueden marcar la diferencia, nosotros con  nuestro emprendimiento juvenil formamos ese tejido social tan importante para la sociedad. “los pequeños cambios tienen sentido”. Luego de escuchar grandes experiencias de vida, se dio el veredicto final, el cual fue inesperado, el primer puesto Bahibak y el segundo Adachi Postres Japoneses,  empresas del grado décimo, dos grupos principiantes, visionarios, con metas muy claras, no se preocuparon tanto en vender sino en innovar, crear interés, en pocas palabras resaltar, sin embargo más allá de la premiación todos hicieron un gran trabajo, algunos recordamos con nostalgia las ferias empresariales que varias generaciones atrás habían realizado.

En esta semana cultural, muy buena por cierto, más que conmemorar 50 años, muchos rendimos homenaje a todas las generaciones de trabajadores, docentes y estudiantes que construyeron lo que hoy es nuestro colegio, nusefistas que desde 1962 han estado al servicio de la comunidad policía. Espero este sea el inicio de muchos éxitos y reconocimientos para nuestra institución, ojala hayan más años de historia, mas años de tradición. 

Danna Ruiz.