sábado, 6 de octubre de 2012


EDITORIAL.
ASÍ NO SE PUEDE
¿Semana de receso? ¿Qué es eso? El significado de aquella palabra se borró simultáneamente, no se escuchó el grito de gloria que por años ha anunciado felicidad, era extraño, en vez de tranquilidad sentíamos rabia, era enigmático ¿en que estaban pensando? Estábamos indignados y frustrados, nuestros planes se vendrían abajo.

Muchos se preguntaran que ocurrió, puede que el “problemita” no les cause el coraje que estoy sintiendo o a lo mejor se sientan identificados, me perdonaran si hiero la susceptibilidad de algunos, no es mi intención, de igual manera recuerden que cualquier comentario es valido (ojala algún día alguien “sin oficio” pero consiente de nuestra labor opinara sobre algún artículo, para nosotros sería importante) en fin espero me entiendan.

La mayoría por no decir todos anhelaban la semana de receso, docentes y estudiantes esperaban que aquel viernes a última hora sonara la campana, y ocurrió, pero algo raro sucedía, parecía un viernes común y corriente, nosotros los estudiantes de décimo B así lo sentíamos, estábamos pasmados, atónitos e insatisfechos  pues en la semana de descanso no habría de eso… descanso. Me dirán exagerada, pero no es así, como estar tranquilos si nos dejaron un “mundo” de tareas, aquí voy, no se asusten: leer una obra, hacer una unidad completa del libro de Inglés, dos talleres de Contabilidad, ejercicios de Trigonometría, consultas de Química y Religión, sin contar una extensa hoja titulada cero estrés, ¿a quien se le ocurre colocarle dicho nombre cuando contiene los trabajos de tres materias distintas?, donde se piden conclusiones, crucigramas, cuadros sinópticos, consultas, carteleras y juegos lúdicos ¿en que estaban pensando? Acaso creen que no merecemos descansar un poco, algunos nos levantamos por tarde a las 4:30 a.m y “laboramos” once horas diarias porque no basta con las siete horas del colegio, también en nuestras tardes que muchos creen son desocupadas, realizamos tres horas de práctica empresarial, por cierto es otra cuestión, a muchos obligatoriamente nos toca asistir en esta semana de receso porque “adquirimos un compromiso”, además 880 horas no se hacen solas.

Entonces es ahí donde yo digo para que semana de receso cuando nos dejan la tarea de un mes entero, exagero, pero realmente es mucha, da lo mismo, al fin solo descansaremos uno o dos días y ni hablar de quienes tenían planeado viajar así fuera a Gualanday, ¿Cómo? Por ahí escuche que algunos se llevaron los deberes, pero no hay derecho, sería mejor que no nos dieran la semana, al menos no nos dejarían tanta tarea, me aguanto por si acaso leer la obra porque puede que me guste y tarde o temprano la tendría que leer y a lo mejor haría la unidad de inglés porque las actividades son interesantes, pero ¿el resto? Se los dejo a consideración.

Mis planes se vinieron abajo, no podre “dobletiarme” ósea, no hacer ocho sino cuatro horas diarias en práctica empresarial porque debo hacer tareas, creer que me pude haber hecho 40 horas que son tan valiosas, ahora si acaso 20 por mucho. No se ustedes pero yo siento indignación y tristeza, ahora puede que los docentes también estén ocupados, pero al menos ellos no se tienen que preocupar ni viven con la absurda amenaza de que cualquier mala nota en el periodo puede ser crucial para perder una materia.

No escribo más porque a lo mejor si hiera la susceptibilidad de muchos, perdón por lo insistente pero aun no lo supero llamarla ¿cero estrés? Que burla y que falta de respeto para con nosotros, tocara cumplir, porque con una nota baja me tiro el periodo, antes recordar que no solo nuestro salón fue víctima de este atropello, otros también no de la misma manera pero tampoco es justo, ¡adiós semana de descanso no podre disfrutarte! No diré mis populares ojalas porque esperanza ya no hay; ¿una semana alcanzara para todo eso? ¡Señor ilumínanos! Espero que ustedes puedan cumplir con todo y… a trabajar.      

Danna Ruiz.